Con mi cara tan cuadrada,
lisa o con dibujitos,
resignada y por los suelos,
me repito, me repito…
más adivinanzas de cosas de la casa...
Aunque tengo cuatro patas, yo nunca puedo correr, tengo la comida encima, y no la puedo comer.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Del techo al suelo, cortada y fina, tela con vuelo.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Poseo dientes y ojos y para hacerme trabajar me has de meter en cerrojos.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.