De bello he de presumir:
soy blanco como la cal,
todos me saben abrir,
nadie me sabe cerrar.
más adivinanzas de alimentos...
De leche me hacen, de ovejas y cabras que pacen.
Blanca soy y, como dice mi vecina, útil siempre soy en la cocina.
Cuanto más caliente, más fresco y crujiente. ¿Quién soy?
Es mi madre tartamuda, y mi padre «cantaor», tengo blanco mi vestido, amarillo el corazón.
Yo soy el diminutivo de una fruta muy hermosa, tengo virtud provechosa, en el campo siempre vivo y mi cabeza es vistosa.
Negra por dentro, negra por fuera, es mi corazón negra madera.
Aunque me corten y corten nunca me verás sangrar, porque me han curado al frío y metido en mucha sal.
Era un sol en miniatura y en el árbol la encontré. Cuando sin piel la dejé, me fascinó su frescura. ¿Qué es?
Blanca fue mi niñez, morada mi mocedad, negra y prieta mi vejez, adivina qué será.
Fríos, muy fríos estamos y con nuestros sabores a los niños animamos.