Dos hermanos sonrosados,
juntos en silencio están,
pero siempre necesitan
separarse para hablar.
más adivinanzas del cuerpo humano...
Parecen persianas, que suben y bajan.
Formamos, como soldados, en una fila y somos carniceros toda la vida
Dos fuentes muy cristalinas están en medio de un llano y cuando las fuentes manan no está muy contento el amo.
Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.
¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.
Juntos vienen, juntos van, uno va delante, otro va detrás.
Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.
Si aciertas esta pregunta, te anotarás un buen tanto: ¿qué cosa acabada en punta tienes entre risa y llanto?
Dos niñas asomaditas, cada una a su ventana, lo ven y lo cuentan todo, sin decir una palabra.
Dos hermanos sonrosados, juntos en silencio están, pero siempre necesitan separarse para hablar.