Fui a la plaza
y compré un negrito.
Llegué a la casa
y se puso coloradito.
¿Qué es?
más adivinanzas de cosas de la casa...
Todos me buscan, para descansar, si ya te lo he dicho, no lo pienses más.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Tiene agua y no es botijo, está siempre en el jardín. Cada vez que se enrosca, aunque no espanta a una mosca tiene pinta de reptil. ¿Qué será?
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
En un cuarto me arrinconan sin acordarse de mí, pero pronto van a buscarme cuando tienen que subir.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Pino sobre pino, sobre pino, lino, sobre lino, flores y alrededor amores.