Me hallo en los escritorios
y en las casas comerciales,
todos me miran quien soy
para ver lo que contengo.
Mis días están contados
y el día que voy a morir
ya se sabe de antemano.
más adivinanzas sobre el tiempo...
Brazos tengo desiguales y a mi ritmo se mueven los mortales.
Dos hermanas en la plaza, ambas marchan a la par, si una da doce vueltas, la otra una, nada más.
Los siete son hermanitos y viven un solo día: cuando uno nace otro muere, y así se pasan la vida.
Quién es un viejo ligero, que es de cuatro movimientos puestos en doce cimientos, que, a cualquier pasajero, da más penas que contentos.
Soy un caballero muy aseñorado, tengo doce damas para mi regalo, todas van en coche y gastan sus cuartos, todas usan medias, pero no zapatos.
Aquí estamos doce hermanos; yo, que el segundo nací, soy el menor entre todos: ¿Cómo puede ser así?
Todos me esperan pero nunca llego, porque cuando llego yo desaparezco.
Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.
Son doce hermanas y todas gastan medias y, aunque, van numeradas todas son cantadas.
Somos doce hermanos y yo el más chiquito; cada cuatro años me crece el rabito.