Me roban mi vestidura
porque la fuerza es su ley
y visten con mis despojos
desde el esclavo hasta el rey.

Viajeras somos de negros vestidos, debajo de las tejas hacemos los nidos.

Animal soy, desde luego; me llaman el jorobado, y que tengo cuatro patas, ya se da por descontado.

Aunque no soy pajarillo canto sin ninguna pena y cuando en plural me usan represento la condena.

Canta cuando amanece y vuelve a cantar cuando el día desaparece.

Míralo del derecho y del revés, va y viene, viene y va. Si taba no es, ¿Qué será?

De cierto animal di el nombre: es quien vigila la casa, quien avisa si alguien pasa y es fiel amigo del hombre.

Salta y salta, y la colita le falta.

De frente miro al sol sin que me ciegue, más alto vuelo que ave alguna, símbolo soy de imperios y reyes y dos cabezas a veces me dibujan. ¿Quién soy?

Larga y lisa, larga y lisa, llevo puesta una camisa, toda bordada, bordada, sin costura ni puntada.

Quien es este que se arrima trayendo su casa arriba