Nuestra dueña nos coloca
uno a cada lado,
siempre pendientes,
siempre colgados.
más adivinanzas de ropa y vestuario...
Rodeo cuellos y cuellos, tanto de ellas como de ellos.
Tamaño de una cazuela, tiene alas y no vuela.
¡Escapa, escapa! que esto que te digo, aunque no te obligo, te abriga y te tapa.
Ahí vienen dos: uno se moja y el otro no.
Por la noche me lo pongo, por el día me lo quito y en la siesta lo uso un poquito.
Vivo en el campo y en una ciudad grande, y soy chico pero me usan por igual, si dices mi nombre solo dirás la mitad.
Con dos patas encorvadas y dos amplios ventanales quitan sol o dan visión según sean sus cristales.
Me pones y me quitas, me tomas y me dejas, conmigo no tiritas y estoy hecho de madejas.
Ani lloró todo el día; perdió lo que más quería
Guardado en invierno, lo luzco en verano, es mi único traje en sitios de baño.