Chiquito como un ratón,
y cuida la casa como un león.
¿Qué será?
Cuanto más y más lo llenas,
menos pesa y sube más.
Dos niñas van a la par,
y no se pueden mirar.
¿Qué planta será
la que en el hombre está?
Juntos vienen, juntos van,
uno va delante, otro va detrás.
Enfundados siempre van
y hay que tener cuidado
con las patadas que dan.
Podrás tocarlos,
podrás cortarlos,
pero nunca contarlos.
Porque no se caiga pagan,
pero, si se cae,
nadie se agacha
a recogerlo.
A muchos se lo suelen tomar
si antes no se ha ido a pelar.
Parecen persianas,
que suben y bajan.
Son dos cortinas
en dos ventanitas
que bajando ocultan
dos niñas bonitas.
Adivina, adivinanza,
tiene un solo ojo
y una cara ancha.
Atrás panza
y delante espinazo,
aciértamelo
pedazo de ganso.
Laterales parapetos,
que van siempre por parejas,
les encantan los secretos.
Tiene grandes pabellones,
pero no tiene habitaciones.
Vive en la panza
y se enseña en ciertas danzas.
Si los abro veo
si los cierro sueño.
En un huerto no muy llano
hay dos cristalinas fuentes,
no está a gusto el hortelano,
cuando crecen las corrientes.
Dos niñas asomaditas,
cada una a su ventana,
lo ven y lo cuentan todo,
sin decir una palabra.
Dos fuentes muy cristalinas
están en medio de un llano
y cuando las fuentes manan
no está muy contento el amo.
Tengo un tabique en el medio
y dos ventanas a los lados
por las que entra el aire puro
y sale el ya respirado.
Si aciertas esta pregunta,
te anotarás un buen tanto:
¿qué cosa acabada en punta
tienes entre risa y llanto?
Cinco hijitos tiene cada una
y dan tortazos como ninguna.