adivinanzas para niños

Si aciertas esta pregunta,
te anotarás un buen tanto:
¿qué cosa acabada en punta
tienes entre risa y llanto?

 

más adivinanzas del cuerpo humano...

Unas son redondas, otras ovaladas, unas piensan mucho, otras casi nada.

¿Quién seré yo que encerrada soy donde quiera que voy, me encuentro siempre mojada y al cielo pegada estoy.

Adivina, adivinanza, tiene un solo ojo y una cara ancha.

Sólo tres letras tengo pero tu peso yo sostengo. Si me tratas con cuidado, te llevaré a cualquier lado.

Al revolver una esquina me encontré con un convento, las monjas vestidas de blanco, la superiora en el centro, más arriba dos ventanas, más todavía un par de espejos y en lo más alto la plaza donde pasean los caballeros.

Parecen persianas, que suben y bajan.

Vive en la panza y se enseña en ciertas danzas.

Hay en la plaza nueva un monte, y en él dos cuevas. Más abajo un pozo hondo que tiene el brocal rojo. Altas ventanas, iguales, y en ellas, dos niñas bellas que, a través de los cristales, todo lo ven y lo observan.

Son dos cortinas en dos ventanitas que bajando ocultan dos niñas bonitas.

Uno se cree superior, el otro inferior se siente, sin decirse nunca nada, mucho se quieren, tanto que, siempre se están besando.