Tengo dientes y no muerdo,
desenredo con cuidado,
caminos abro en tu pelo,
ya sea liso o rizado.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Hay un hijo que hace nacer a la madre que le dio el ser.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Vivo en alta situación y en continuo movimiento, con exactitud presento del aire la dirección.
Soy de cabeza redonda y me sostengo en un solo pie. Soy de tal fortaleza que a Dios hombre sujeté.
Te lo digo y no me entiendes, no tengo boca y si tengo dientes
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
En el campo soy hallada y al fuego alimento. Donde quiera que soy llevada, es para darme tormento.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!