No era mona, ni era pillo,
y a la Iglesia daba brillo
cuando pasaba el cepillo.

Si queréis saber, señores, cómo se llama mi majo, acordaos de aquel ángel que tiene al diablo debajo.

Qué hora es en que rezamos, duerme el sol tras los oteros, y se entristecen los amos pero no los jornaleros?

¿Cuál es el uno que es tres y estos tres si los contares, aunque son nones son pares?

Estudiante que estudias en el libro de Salomón, ¿Cuál es el ave que no tiene sangre ni corazón?

Yo fui el primer hombre y, aunque lo que digo te asombre, es nada, al revés, mi nombre.

¡Tilín, Tilán!, en las procesiones, ¡Tilín, Tilán!, las fiestas animan ¡Tilín, Tilán!, todos los domingos, ¡Tilín, Tilán!, nos llaman a misa.

¿ A qué reyes me refiero, que a Belén fueron guiados por una estrella de Oriente, llevando oro y presentes y encontraron a otro Rey, recién nacido en el suelo? ¿A qué reyes me refiero?

Te sale con un buen golpe, luego se pone morado para que tu puedas presumir de algo arzobispado.

Salieron de Oriente con rumbo a Belén, si quieres juguetes escribe a los tres.

En el cielo no lo hubo, Dios al hombre no lo dio, Dios con ser Dios no lo tuvo y un hombre a Dios se lo dio.