Tengo vaina y no soy sable,
el que lo sepa, que hable.

Soy una loca amarrada que solo sirvo para la ensalada.

Una señorita va por el mercado con su cola verde y el traje morado.

Me abrigo con paños blancos luzco blanca cabellera y por causa mía llora, hasta la misma cocinera.

Tengo vaina y no soy sable, el que lo sepa, que hable.

Ver, ver, ver, cierra la puerta y ¡zas!

Col, col, colera; flor, flor, florera: si estamos juntas, ¿Qué planta apuntas?

Un señor gordito, muy coloradito; no toma café, siempre toma té.

Pelo verde, barba roja, se deshoja y comienza tu congoja.

En el campo me crié atada con verdes lazos, y si lloras por mi, me estás partiendo en pedazos.

Pi, pi, cantan los pájaros, miento y digo la verdad; por muy listo que seas, creo que no acertarás.