Suele tenerla la rosa
y también la tiene el pez,
aunque no se parecen en nada,
¿sabes tú que puede ser?
más adivinanzas de flores...
Soy como hierro labrado, en el nombre, no en color, es suavísimo mi olor, con agua y sol me he criado, asomado a un corredor.
Con mi cara roja, mi ojo negro y mi vestido verde el campo alegro.
Soy la flor del indeciso y del adivinador, todos me arrancan los pétalos: sí, no, sí no, sí, no.
Unas manchas encarnadas entre los trigales son notas coloradas que alegran a los zagales.
Una especie de corona de color que atrae a los visitantes a la flor.
Ciento cincuenta y una vocal, cinco y articulo una flor dan.
En el monte fue nacido lo que nunca fue sembrado; tiene las patitas verdes y el bonete colorado.
De la mar salió mi nombre y tan desgraciada nací que huyendo de mi desgracia contra una garita di.
Suele tenerla la rosa y también la tiene el pez, aunque no se parecen en nada, ¿sabes tú que puede ser?
Amarilla en el centro, blanca por fuera. Si fuera huevo, estaría en la nevera, pero como no lo soy aparezco en primavera.