De un huevo sale,
y para enviar mensajes vale.

Soy roja como un rubí y llevo pintitas negras, me encuentro en el jardín, en las plantas o en la hierba.

Un espléndido abanico que no produce pavor, sus alas, plumas y pico son reales, sí señor.

Es que el pobre ve tan poco que tampoco mira ya, topa que topa que topa, con la topa lo hallarás.

Soy un animal pequeño, piensa mi nombre un rato, porque agregando una «n» tendrás mi nombre en el acto.

Soy señor muy elegante y excelente nadador, y puedo hacer con mi cuello signos de interrogación.

Vuelo de noche, duermo de día y nunca verás plumas en ala mía.

Su padre relincha con pésima voz, su madre rebuzna y suelta una coz.

Viajeras somos de negros vestidos, debajo de las tejas hacemos los nidos.

¿Quién allá en lo alto en las ramas mora y allí esconde, avara, todo lo que roba?

Soy sabia y no tuve escuela para mí no hubo doctrina soy maestra de cocina y cocino sin candela.