Me llegan las cartas
y no sé leer
y, aunque me las trago,
no mancho el papel.
más adivinanzas de la ciudad y la calle...
Hombrecitos de colores, metidos en una caja, sin hablar nada te dicen: ¡peligro!, ¡cuidado!, ¡pasa!
Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.
Con sólo tres colores ordeno a cada uno. Si todos me respetan no habrá accidente alguno.
Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.
Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.
Zapatos de goma, ojos de cristal, con una manguera lo alimentarás, dentro del garaje lo sueles guardar.
Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.
Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.
Lugar de compra, lugar de venta, donde cada ama de casa hace su cuenta.
Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.
