adivinanzas para niños

Me llegan las cartas
y no sé leer
y, aunque me las trago,
no mancho el papel.

 

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Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.

Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.

Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.

Mido telas y estaturas, pero, a veces, en ciudades, sin humos y sin candelas, llevo gente en cantidades.

El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.

Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.

Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.

Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.

Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.

Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.