Tengo cabeza de hierro
y mi cuerpo es de madera,
al que yo le piso un dedo,
¡menudo grito que pega!
más adivinanzas de herramientas...
Nombre de ciudad tengo y a todo el que froto algo le desprendo.
Mil agujeros en fila, el que lo sepa que escriba.
Redondo, redondo, fila por fila; quien sepa leer mi nombre escriba.
Tengo nombre de animal, cuando la rueda se pincha me tienes que utilizar.
Aunque no soy importante, en la vida pinto algo; mas no podré trabajar cuando yo me quede calvo.
Golpe tras golpe, clavo tras clavo, eso es lo que yo hago.
El que pinta es pintor; yo pinto y no recibo tal honor.
Escriba, escriba y comprobará que mi nombre se lo he dicho ya.
Yo soy aquel desdichado y es tan grande mi bajeza, que después que me has comprado y tu esclavo me has llamado me quebrantas la cabeza.
Chiquito como un ratón, y cuida la casa como un león. ¿Qué será?