Alas de muchos colores
se pierden entre las flores.

Con su trompa preparada pasa a tu lado zumbando, se posa en tu piel desnuda y tu sangre va chupando.

Orejas largas, rabo cortito; corro y salto muy ligerito.

Tiene ojos de gato y no es gato, orejas de gato y no es gato; patas de gato y no es gato; rabo de gato y no es gato, maúlla y no es gato.

Topó mi padre en la iglesia con uno vestido de negro, ni era fraile, ni era cura, que era lo que dije primero.

Grandes patazas, chicas manitas, lindos colores en mis alitas, salto y no sé dónde caeré.

La jaula es su casa, su ropaje amarillo, con su canto alegra a todos los vecinos.

Nace en la dehesa y come en tu mesa.

Un espléndido abanico que no produce pavor, sus alas, plumas y pico son reales, sí señor.

Adivina, adivinanza Vuela entre las flores con sus alas de colores

En el campo me crié dando voces como loca; me ataron de pies y manos para quitarme la ropa.