Lugar de compra,
lugar de venta,
donde cada ama de casa
hace su cuenta.
más adivinanzas de la ciudad y la calle...
Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.
Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.
Por caminitos de hierro, el gusano de metal, en su barriga transporta la gente por la ciudad, llevándola por un túnel en completa oscuridad.
Mido telas y estaturas, pero, a veces, en ciudades, sin humos y sin candelas, llevo gente en cantidades.
Cuatro señoras van para francia ruedan y ruedan y nunca se cansan
Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.
Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.
Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.
Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.
El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.