adivinanzas para niños

Cuatro señoras
van para francia
ruedan y ruedan
y nunca se cansan

 

más adivinanzas de la ciudad y la calle...

Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.

Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.

Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.

Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.

Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.

Cuatro señoras van para francia ruedan y ruedan y nunca se cansan

Lugar de compra, lugar de venta, donde cada ama de casa hace su cuenta.

Zapatos de goma, ojos de cristal, con una manguera lo alimentarás, dentro del garaje lo sueles guardar.

Hombrecitos de colores, metidos en una caja, sin hablar nada te dicen: ¡peligro!, ¡cuidado!, ¡pasa!

El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.