El que pinta es pintor;
yo pinto y no recibo tal honor.
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Escriba, escriba y comprobará que mi nombre se lo he dicho ya.
El que pinta es pintor; yo pinto y no recibo tal honor.
Con la boca aprieto muy valiente y nunca me rompo un diente.
Tengo el cuerpo de madera, mi cabeza es de metal y mi afición verdadera: golpear y golpear.
Redondo, redondo, fila por fila; quien sepa leer mi nombre escriba.
Nombre de ciudad tengo y a todo el que froto algo le desprendo.
Tengo cabeza de hierro y mi cuerpo es de madera, al que yo le piso un dedo, ¡menudo grito que pega!
Tengo nombre de animal, cuando la rueda se pincha me tienes que utilizar.
Yo soy aquel desdichado y es tan grande mi bajeza, que después que me has comprado y tu esclavo me has llamado me quebrantas la cabeza.
Aunque no soy importante, en la vida pinto algo; mas no podré trabajar cuando yo me quede calvo.
