adivinanzas para niños

Cien amigos tengo,
todos en una tabla,
si yo no los toco,
ellos no me hablan

 

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Con su gran boca y un solo diente desde lo alto llama a la gente.

Zumba que te zumba, se oye mi son, en las noches navideñas, hasta que aparece el sol.

Una niña tontiloca, con la boca en la barriga, y las tripas en la boca.

En una larga abertura tengo yo mi dentadura y luego que empiezo a hablar, todas mis piezas se mueven sin poderlas yo parar.

Me rascan continuamente de forma muy placentera, mi voz es muy bien timbrada y mi cuerpo de madera.

Dama con pendiente que toca deprisa para que la gente no pierda la misa.

Sobre una piel bien tensada, dos bailarines saltaban.

Tengo un sonido tan suave, que ángeles tocan en mí; mis cuerdas acompañaron los salmos del rey David.

Entre pared y pared hay una santa mujer que con el diente llama a la gente, con las muelas a las mozuelas, con los colmillos a los chiquillos.

Mis caras redondas, ¡qué estiradas son! a fuerza de golpes, así canto yo.