A la orilla de los ríos,
croan sin meterse en líos,
saltos dan,
mas no son osos
sino animales verdosos.

Adivina, adivinanza Vuela entre las flores con sus alas de colores

Cargadas van, cargadas vienen y en el camino no se detienen.

Larga y lisa, larga y lisa, llevo puesta una camisa, toda bordada, bordada, sin costura ni puntada.

Viste de chaleco blanco, y también de negro frac, es un ave que no vuela, pero nada. ¿Que será?

Topó mi padre en la iglesia con uno vestido de negro, ni era fraile, ni era cura, que era lo que dije primero.

Es blanca como la nieve, es negra como el carbón, las patas como una vela, el cuello como una hoz.

Anido en las torres, largo cuello tengo y todos los años por San Blas vengo.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

Animal soy, desde luego; me llaman el jorobado, y que tengo cuatro patas, ya se da por descontado.

Chao, chao, rabito «alzao».