Voy con mi casa al hombro,
camino sin tener patas,
y voy marcando mi huella
con un hilito de plata.

Adivina, adivinajera: no tiene traje y sí faltriquera.

Soy un animal patoso, y cuento con muchas patas; pero, en cambio, sólo tengo un pico y un par de alas.

Garra pero no mata, pata pero no de vaca.

Detras de mi corre el perro, voy detras de los ratones, me gusta comer pescado y acostarme en los sillones. ¿Quién soy?

María Penacho parió un muchacho, ni vivo ni muerto, ni hembra ni macho.

Adivina, adivinanza ¿cuál es el ave que pica en la granja?

Soy pequeño y alargado, en dos conchas colocado, como no puedo nadar, me pego a las rocas del mar.

Alas de mil colores y se pierden entre las flores.

Dos pinzas tengo, hacia atrás camino, de mar o de río en el agua vivo.

¿Qué clarín suena en la noche que a todos desvela al punto? No es soldado, ni marino, ni músico de conjunto.