Un solo portero,
un solo inquilino,
tu casa redonda
la llevas contigo.

Adivina, adivinanza, ¿qué familia de animales tiene redecilla y panza?

Avión minúsculo, picando en barrena sobre nuestro músculo.

Voy con mi casa al hombro, camino sin tener patas, y voy marcando mi huella con un hilito de plata.

Nunca pongo mala cara, aunque siempre me dan col, acierta bobalicón.

Soy roja como un rubí y llevo pintitas negras, me encuentro en el jardín, en las plantas o en la hierba.

Duro por arriba, duro por abajo, cara de serpiente y patas de palo.

Me roban mi vestidura porque la fuerza es su ley y visten con mis despojos desde el esclavo hasta el rey.

Mientras ella cacarea, él va buscando pelea.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

¿Quién hace en los troncos su oscura casita y allí esconde, avara, cuanto necesita?