Cien amigos tengo,
todos en una tabla,
si yo no los toco,
ellos no me hablan
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A pesar de no ser buque tengo cuerdas y atavíos, también tengo un regio puente, pero nunca he visto un río.
Dama con pendiente que toca deprisa para que la gente no pierda la misa.
Me rascan continuamente de forma muy placentera, mi voz es muy bien timbrada y mi cuerpo de madera.
Buenas y sonoras cuerdas tengo; cuando me rascan, a la gente entretengo.
En una larga abertura tengo yo mi dentadura y luego que empiezo a hablar, todas mis piezas se mueven sin poderlas yo parar.
Instrumento musical, jaranero y redondico, que todos saben tocar del virtuoso al borrico y que resulta esencial si cantas un villancico.
Yo tengo puesto de honor en toda fiesta guajira: cuando mis seis cuerdas pulsa, el campesino se inspira y su cantar yo acompaño con mi dulce melodía, desde que empieza el guateque hasta que despunta el día.
Soy una caja adornada con dos palos para sonar, y en la banda de la escuela, me puedes encontrar. ¿Qué soy?
Se toca con dos palillos, sale siempre en la procesión y es un instrumento de percusión.
Con tan sólo cuatro cuerdas, que un arco pone en acción, esta caja melodiosa te alegrará el corazón.