La noche tiene un ojo,
un ojo de plata fina
y usted será muy flojo,
muy flojo, si no adivina
más adivinanzas sobre el sol, la luna y las estrellas...
Dicen que soy rey y no tengo reino; dicen que soy rubio y no tengo pelo; dicen que ando y no me meneo; arreglo relojes sin ser relojero.
Parecen siempre quietas, pero dan vueltas y vueltas, duermen todo el dia, y de noche despiertan.
Sin ser rica tengo cuartos y, sin morir, nazco nueva; y a pesar de que no como, hay noches que luzco llena.
Doy calorcito, soy muy redondo, salgo prontito y tarde me escondo.
Redondo, redondo como un pandero, quien me toma en verano debe usar sombrero.
Una gran moneda dorada que vale mucho y por la que no pagas nada.
Por las barandas del cielo se pasea una doncella vestida de azul y blanco y reluce como estrella.
Siempre quietas, siempre inquietas; dormidas de día, de noche despiertas.
Salimos cuando anochece, nos vamos si canta el gallo, y hay quien dice que nos ve cuando le pisan un callo.
Tan redonda como un queso, nadie puede darle un beso.
