Tan redonda como un queso,
nadie puede darle un beso.
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De día yo me levanto, de noche a la cama voy, tiño de rojo el ocaso, ¿a qué no sabes quién soy?
Sin ser rica tengo cuartos y, sin morir, nazco nueva; y a pesar de que no como, hay noches que luzco llena.
Una gran moneda dorada que vale mucho y por la que no pagas nada.
Es la osa más grande del firmamento, para verla mejor buscas aumento.
Tan redonda como un queso, nadie puede darle un beso.
Toda mi vida en un mes; mi caudal son cuatro cuartos y aunque me ves pobrecita ando siempre muy alto.
Por las barandas del cielo se pasea una doncella vestida de azul y blanco y reluce como estrella.
Muchas lamparitas muy bien colgaditas, siempre encandiladas y nadie las atiza.
Parecen siempre quietas, pero dan vueltas y vueltas, duermen todo el dia, y de noche despiertan.
Doy calorcito, soy muy redondo, salgo prontito y tarde me escondo.