Verde como el campo,
campo no es,
habla como el hombre,
hombre no es.
más adivinanzas de animales...
Te doy leche y mi lana, y para hablar digo: «beeeee», si no adivinas mi nombre yo nunca te lo diré.
A la orilla de los ríos, croan sin meterse en líos, saltos dan, mas no son osos sino animales verdosos.
Tengo de rey la cabeza calzo espuela pavonada, llevo barba colorada, mi sueño temprano empieza y madrugo a la alborada.
Tengo ocho patas cargadas de ventosas, y paseo por las rocas, meciéndome en las olas. ¿Quién soy?
¿Quién hace en los troncos su oscura casita y allí esconde, avara, cuanto necesita?
Tengo tinta, tengo plumas y brazos tengo, además, pero no puedo escribir, porque no aprendí jamás.
Voy con mi casa al hombro, camino sin tener patas, y voy marcando mi huella con un hilito de plata.
Nunca camina por tierra, ni vuela, ni sabe nadar, pero aún así siempre corre, sube y baja sin parar.
Adivina adivinador, por las mañanas soy un gran cantor.
No lo parezco y soy pez, y mi forma la refleja una pieza de ajedrez.