Tiene lamparitas de luz verde
y cuando es de noche las enciende.

Chiquitín y danzarín, pasa las noches rondando con lanza y con cornetín.

Un solo portero, un solo inquilino, tu casa redonda la llevas contigo.

Envuelto en un cobertor, haga frío o calor.

Salta y salta por los montes, usa las patas de atrás, su nombre ya te lo he dicho, fíjate y lo verás.

Orejas largas, rabo cortito; corro y salto muy ligerito.

Sobre la vaca, la «o», a que no lo aciertas, no.

Soy dama cruel, temerosa, me paseo en verde prado, y todo aquel que me mira se queda muy espantado. Yo luzco un largo vestido que en tienda no fue comprado, no fue por mano de sastre, ni medido, ni cortado.

Verde nace, verde se cría y verde sube los troncos arriba.

Todo lo lleva delante, los colmillos para la lucha y la trompa para la ducha.

Con su risa mañanera toda la playa alborota, pescadora y marinera.