Es blanca como la nieve,
es negra como el carbón,
las patas como una vela,
el cuello como una hoz.

En dos castañuelas voy encerrado y al sacarme del mar me pongo colorado.

Llevo pijama a diario sin guardarlo en el armario.

Viajeras somos de negros vestidos, debajo de las tejas hacemos los nidos.

Nadie admira tu cantar, ni tus patas, ni tu pico, ya que todos quedan prendados de tu abanico.

Con nombre de perro empieza este curioso animal, que aunque nunca compra nada siempre con la bolsa va.

La jaula es su casa, su ropaje amarillo, con su canto alegra a todos los vecinos.

Vivo en el mar sin ser pez, y soy siempre juguetón, nunca me baño en el Rhin, pues soy el mismo del fin.

Trabajar, siempre mucho trabajé; aunque nunca estudié en la escuela me conocen bien; algunos dicen de mí: «terco bicho es» y Pinocho mucho se asustó cuando en mí casi se convirtió.

Por aquel camino va caminando quien no es gente; adivínelo el prudente que el nombre se quedó atrás.

Adivina, adivinanza Vuela entre las flores con sus alas de colores