La noche tiene un ojo,
un ojo de plata fina
y usted será muy flojo,
muy flojo, si no adivina
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Soy un señor encumbrado, ando mejor que un reloj, me levanto muy temprano y me acuesto a la oración.
Parecen siempre quietas, pero dan vueltas y vueltas, duermen todo el dia, y de noche despiertan.
Aparecen de noche sin que las llames. Desaparecen de día sin que las roben. ¿Qué son?
Salimos cuando anochece, nos vamos si canta el gallo, y hay quien dice que nos ve cuando le pisan un callo.
Sin ser rica tengo cuartos y, sin morir, nazco nueva; y a pesar de que no como, hay noches que luzco llena.
Tan redonda como un queso, nadie puede darle un beso.
Siempre quietas, siempre inquietas; dormidas de día, de noche despiertas.
Una gran moneda dorada que vale mucho y por la que no pagas nada.
Doy calorcito, soy muy redondo, salgo prontito y tarde me escondo.
La noche tiene un ojo, un ojo de plata fina y usted será muy flojo, muy flojo, si no adivina
