Tengo de rey la cabeza
calzo espuela pavonada,
llevo barba colorada,
mi sueño temprano empieza
y madrugo a la alborada.

Cargadas van, cargadas vienen y en el camino no se detienen.

Larga y lisa, larga y lisa, llevo puesta una camisa, toda bordada, bordada, sin costura ni puntada.

Desde hace miles de años hemos transportado al hombre; ahora nos lleva escondidos en el motor de su coche.

Mi nombre lo leo, mi apellido es pardo, quién no lo adivine, es un poco tardo.

Nunca pongo mala cara, aunque siempre me dan col, acierta bobalicón.

¿Cuál será aquel animal que rebuzna y no es borrico; en la cara, en el hocico y en el cuerpo es casi igual; que trabaja irracional, que lo que come merece, tiene de burro la cara, no es borrico y lo parece?

Alas de muchos colores se pierden entre las flores.

De negro y en procesión adivina quiénes son.

Mis patas largas, mi pico largo, hago mi casa en el campanario.

No es cama, ni es león y desaparece en cualquier rincón