Tengo duro el corazón
pulpa blanca y
liquido en mi interior
más adivinanzas de frutas...
Si la dejamos se pasa; si la vendemos se pesa; si se hace vino se pisa; si la dejamos se posa.
¿Qué le dijo una cereza a otra cereza?
Agua pasa por mi casa, cate por mi corazón. El que no lo adivinara, será un burro cabezón.
Arca, monarca, llena de placer; ningún carpintero te ha sabido hacer.
Del nogal vengo, y en el cuello del hombre me cuelgo.
Somos cien hermanitos, todos muy igualitos y estamos encerrados en un globo bonito.
La mano las rompe, el pie las tritura, la boca las bebe. ¿Que son?
Ave y no vuela, llana y es curva. Quien no adivine ésta, no adivinará ninguna.
Ave soy, pero no vuelo; mi nombre es cosa muy llana: soy una simple serrana, hija de un hijo del suelo.
Es santa y no bautizada, y trae consigo el día, gorda es y colorada y tiene la sangre fría.