Alta y delgada,
cabeza brillante,
ilumina de noche
a los caminantes.
más adivinanzas de la ciudad y la calle...
Ciudadano muy mirado, moderno camaleón, subido en tu árbol, cambias de color.
Vivo entre dos muros que no pueden verse y aunque no me doblo me dobla la gente.
Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.
Hombrecitos de colores, metidos en una caja, sin hablar nada te dicen: ¡peligro!, ¡cuidado!, ¡pasa!
El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.
Todos me pisan a mí, pero yo no piso a nadie; todos preguntan por mí, yo no pregunto por nadie.
Alta y delgada, cabeza brillante, ilumina de noche a los caminantes.
Lugar de compra, lugar de venta, donde cada ama de casa hace su cuenta.
Cuatro señoras van para francia ruedan y ruedan y nunca se cansan
Le hacen correr sus caballos y nunca le salen callos.