Ave me llaman a veces
y es llana mi condición.

Tengo duro cascarón, pulpa blanca y líquido dulce en mi interior.

Ave soy, pero no vuelo; mi nombre es cosa muy llana: soy una simple serrana, hija de un hijo del suelo.

Ave me llaman a veces y es llana mi condición.

Es santa y no bautizada, y trae consigo el día, gorda es y colorada y tiene la sangre fría.

Agua pasa por mi casa, cate por mi corazón. El que no lo adivinara, será un burro cabezón.

A esta fruta se le culpa y fue cosa del demonio, pues comieron de su pulpa los del primer matrimonio.

Ave y no vuela, llana y es curva. Quien no adivine ésta, no adivinará ninguna.

Somos verdes y amarillas, también somos coloradas, es famosa nuestra tarta y también puedes comernos sin que estemos cocinadas.

A veces blanquita, a veces negrita y siempre bolita.

Una madre con cien hijas y a todas pone camisas.