Como conoce la clave,
gira por su laberinto
y deja entrar al recinto.
más adivinanzas de cosas de la casa...
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.
Llevo secretos a voces, corriendo por esos mundos y sin que nadie los oiga los doy en unos segundos.
Cuanto más se moja, más te seca. ¿Qué es?
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Dicen que quien lo tiene es muy gracioso, se sacude en la mesa contra lo soso.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Adivíname ésa.
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.