Como conoce la clave,
gira por su laberinto
y deja entrar al recinto.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Cuando la entrada yo les prohíbo, son muchos golpes los que recibo.
Aunque yo nunca me mueva por mí suben, por mi bajan; soy de diversas materias y mi utilidad la halagan.
Quien me mira se refleja así nadie tendrá una queja.
Cuando te veo me ves, cuando me ves te veo, y no te parezco feo.
De nada me sirven, estas cuatro patas, que quieta estoy siempre, sobre mí, el durmiente.
