¿Quién pensaréis que yo soy,
que cuanto más y más lavo,
mucho más sucia me voy?
más adivinanzas de cosas de la casa...
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Lo usa el tendero para comer, lo lleva entero si sabes leer.
Pequeña como una pera y alumbra la casa entera.
Un campo bien labrado no gasta reja ni arado.
Golpe va, golpe viene y en su puesto se mantiene.
Adivíname ésa.
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
Tiene luna, no es planeta; tiene marco y no es puerta.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
En lo más alto me ponen para que el viento me dé, soy guía para los hombres y siempre estoy de pié.