De colores muy galano,
soy bruto y no lo parezco,
perpetua prisión padezco,
uso del lenguaje humano,
si bien de razón carezco.

Adivina, adivinajera: no tiene traje y sí faltriquera.

Orejas largas, rabo cortito; corro y salto muy ligerito.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

Del fin del estanque vengo, para mirar a los niños, a los cuales entretengo, con saltos, juegos y brincos. ¿Quién soy?

Por más que se suena el moco le cuelga.

Buscando bambú por la China anda, aunque está muy solo, siempre va en panda.

Anda, nada, vuela, no gasta zapato, va dejando estela.

Volando en el aire, y besando las flores, se pasa su vida, de luz y colores.

Con su risa mañanera toda la playa alborota, pescadora y marinera.

Desde hace miles de años hemos transportado al hombre; ahora nos lleva escondidos en el motor de su coche.