Siempre de mí dicen algo,
aunque muy humilde soy;
no soy señor y me tratan,
con la nobleza del don.
más adivinanzas de costura y plancha...
Pico sin tener enojos y, sin nacer, soy de corte, pero muchos, con arrojos, los dedos, viendo mi porte, me los meten por los ojos.
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
Tengo pie y no tengo boca, hilo meto, hilo asomo, tengo dientes y no como.
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
Si bien empiezo con bo, no soy bota ni botijo, ¡bobo, tonto!, ¡qué lo he dicho!
Locomotora no soy, mas cuando con vapor voy, dejo muy alisado si me usan con cuidado.
Con «A» empieza mi nombre, de las damas soy querido, si me prenden voy seguro, y, si me sueltan, perdido.
Verde fue mi nacimiento y amarillo fue mi abril; tuve que ponerme blanco para poderte servir.
Soy pequeña y afilada y pincho con mis puntadas.
Una señora, muy aseñorada, tiene muchos dientes y se cose a puntadas.
