Soy bella, soy muy fuerte;
cuando hablo todos me oyen
y tengo un solo diente
que muevo constantemente
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Buenas y sonoras cuerdas tengo; cuando me rascan, a la gente entretengo.
Se toca con dos palillos, sale siempre en la procesión y es un instrumento de percusión.
En una larga abertura tengo yo mi dentadura y luego que empiezo a hablar, todas mis piezas se mueven sin poderlas yo parar.
Sobre una piel bien tensada, dos bailarines saltaban.
Una vieja con un diente que llama a toda la gente.
Una niña tontiloca, con la boca en la barriga, y las tripas en la boca.
A pesar de no ser buque tengo cuerdas y atavíos, también tengo un regio puente, pero nunca he visto un río.
Yo tengo puesto de honor en toda fiesta guajira: cuando mis seis cuerdas pulsa, el campesino se inspira y su cantar yo acompaño con mi dulce melodía, desde que empieza el guateque hasta que despunta el día.
Entre pared y pared hay una santa mujer que con el diente llama a la gente, con las muelas a las mozuelas, con los colmillos a los chiquillos.
Cien amigos tengo, todos en una tabla, si yo no los toco, ellos no me hablan