Tengo tinta, tengo plumas
y brazos tengo, además,
pero no puedo escribir,
porque no aprendí jamás.

De colores muy galano, soy bruto y no lo parezco, perpetua prisión padezco, uso del lenguaje humano, si bien de razón carezco.

Adivina quien yo soy: al ir parece que vengo, y al venir, es que me voy.

Soy dama cruel, temerosa, me paseo en verde prado, y todo aquel que me mira se queda muy espantado. Yo luzco un largo vestido que en tienda no fue comprado, no fue por mano de sastre, ni medido, ni cortado.

¿Qué animal de buen olfato, cazador dentro de casa, rincón por rincón repasa y lame, si pilla, un plato?

¿Cuál es el animal que tiene silla y no se puede sentar?

Anda, nada, vuela, no gasta zapato, va dejando estela.

Me roban mi vestidura porque la fuerza es su ley y visten con mis despojos desde el esclavo hasta el rey.

Con nombre de perro empieza este curioso animal, que aunque nunca compra nada siempre con la bolsa va.

Con cuello largo y finito se pasea muy feliz, sólo si fueras mosquito le verias la nariz.

Tengo de rey la cabeza calzo espuela pavonada, llevo barba colorada, mi sueño temprano empieza y madrugo a la alborada.