Una en la tierra,
una en la luna;
pero en el cielo no
encontrarás ninguna.

En el principio de Roma, tú me puedes encontrar. Vivo en medio de París y también al final del mar.

Wamba y Witiza me tienen de pie, Víctor sólo a medias y Muza al revés.

Tengo forma de anillo, y soy la primera y la última en organillo.

Me puedes ver en tu piso, y también en tu nariz; sin mí no habría ricos y nadie sería feliz.

¿Qué hay en semana, en minuto y en mes, pero no en hora ni en tres?

Mi sombrero es una ola, estoy en medio del año, nunca estoy en caracola y sí al final del castaño.

León la tiene delante, Motril la lleva detrás y, justo, justo en el medio verás que la tiene Blas.

No me pronuncies dos veces que tengo sonido feo; siendo la letra del kilo en carreteras me veo.

Piensa y lo adivinarás: ¿qué tiene Adán delante que Eva tiene detrás?

Detrás de la i la encontrarás. Mueve las piernas y la bailarás.