Zapatos de goma,
ojos de cristal,
con una manguera
lo alimentarás,
dentro del garaje
lo sueles guardar.
más adivinanzas de la ciudad y la calle...
El que la tenga que la atienda y si no lo mejor es que la venda.
Hombrecitos de colores, metidos en una caja, sin hablar nada te dicen: ¡peligro!, ¡cuidado!, ¡pasa!
Lugar de compra, lugar de venta, donde cada ama de casa hace su cuenta.
Un bulto veo venir, sus pasos no hay quien los cuente, y, cuando se acerca a mí, meto mi cuerpo en su vientre.
Le hacen correr sus caballos y nunca le salen callos.
Tengo muchos pares, te los puedes probar, pero si te los llevas, tendrás que pagar.
Cuatro señoras van para francia ruedan y ruedan y nunca se cansan
Con sólo tres colores ordeno a cada uno. Si todos me respetan no habrá accidente alguno.
Me llegan las cartas y no sé leer y, aunque me las trago, no mancho el papel.
Un tipo de fino talle que con sólo tres colores ayuda a cruzar la calle a los niños y mayores.
