Una adivinanza
te voy a poner
a ver si adivinas
lo que es:
Tiene dos patitas
y no tiene pies;
plumas de colores
y pico también.
Cuando tiene hambre
suele decir «pío»;
cuando tiene frío
se mete en el nido.

Mil damas en un camino sin polvo ni remolino.

Sal al campo por las noches, si me quieres conocer, soy señor de grandes ojos, cara seria y gran saber.

Buscando bambú por la China anda, aunque está muy solo, siempre va en panda.

De verde esmeralda sobre la tapiada, rabo rabilargo, pata estirada, corre que te corre, mocita salada.

¿Qué clarín suena en la noche que a todos desvela al punto? No es soldado, ni marino, ni músico de conjunto.

Anda, nada, vuela, no gasta zapato, va dejando estela.

Tengo ocho patas cargadas de ventosas, y paseo por las rocas, meciéndome en las olas. ¿Quién soy?

En el estanque me admiran, por mi elegancia y belleza tengo cuello largo y fino y muy bonita cabeza.

Lo rascaba llorando de la crin a la cola y en él se iba trotando por una loma.

Trabajar, siempre mucho trabajé; aunque nunca estudié en la escuela me conocen bien; algunos dicen de mí: «terco bicho es» y Pinocho mucho se asustó cuando en mí casi se convirtió.