Cuando la entrada
yo les prohíbo,
son muchos golpes
los que recibo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
De mi madre nací yo, sin fundamento de padre, y luego me he muerto yo y de mi nació mi madre.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Es una caja habladora, que vive en todas las casas, y se calla a muy alta hora.
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Con patas y espalda, no se mueve ni anda.