Hay un hijo
que hace nacer
a la madre
que le dio el ser.
más adivinanzas de cosas de la casa...
No soy el sol, tampoco el fuego; pero la casa bien que caliento.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Es venta y no se vende, es Ana, pero no es gente.
Un barbecho bien labrado, ni entra mula, ni entra arado.
Tengo dientes y no muerdo, desenredo con cuidado, caminos abro en tu pelo, ya sea liso o rizado.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
En la mesa me ponen y sobre mí todos comen.
Ya ves, ya ves, tan claro que es. No me la adivines de aquí a un mes.
Está hecha de metal, de madera o de cristal y golpes siempre recibe cuando la entrada prohíbe.
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.