Soy liso y llano en extremo,
y, aunque me falta la voz,
digo en su cara a cualquiera
la más leve imperfección;
contesto al que me pregunta
sin lisonja ni aflicción,
y si mala cara pone,
la misma le pongo yo.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Caja llena de soldados, todos largos y delgados, con gorritos colorados.
Si me mojas hago espuma, con ojitos de cristal, y tu cuerpo se perfuma, mientras llega mi final.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Fui a la plaza y compré un negrito. Llegué a la casa y se puso coloradito. ¿Qué es?
Me compran para dormir y me encanta sacudir. ¿Qué soy?
Sube llena, baja vacía, y si no se da prisa, la sopa se enfría,
Muy bonito por delante y muy feo por detrás; me transformo a cada instante, pues imito a los demás.
Como conoce la clave, gira por su laberinto y deja entrar al recinto.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.