Ni corre, ni vuela,
pero siempre te precede,
cuando vas o cuando llegas.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Adivíname ésa.
Soy liso y llano en extremo, y, aunque me falta la voz, digo en su cara a cualquiera la más leve imperfección; contesto al que me pregunta sin lisonja ni aflicción, y si mala cara pone, la misma le pongo yo.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.
Tengo patas bien derechas, mas no me puedo mover, llevo a cuestas la comida y no la puedo comer.
Aunque al dormir me consultan, nunca suelo contestar.
Ruedo y ruedo, y en los bolsillos me quedo.
En invierno se usa porque da calor en verano estorba y se echa al rincón.
Cuatro patas tiene y no puede andar también cabecera sin saber hablar.
Durante el verano escondido, en el invierno encendido.
Habla y no tiene boca, oye y no tiene oído, es chiquito y hace ruido, muchas veces se equivoca.