Estoy dentro de él
y no puedo entrar en él.
más adivinanzas de cosas de la casa...
Cabezón y muy delgado, que se pone siempre negro, después de haber sido frotado.
Cabecita fría la noche haces día cuando te restriego, cabeza de fuego.
Sale de la sala, entra en la cocina, meneando la cola como una gallina.
Los tejados protejo y buenas canales dejo.
Una señorita de carnes muy blandas, que sin ser enferma siempre está en la cama.
Doy vueltas y no soy tiempo, un secreto sé guardar, si no me cuidan, me pierdo. ¿Con mi nombre sabrás dar?
Tiene un ojo y nada ve, por abrir no es cosa dura, sin embargo por cerrar, sí que cierra y sí que es dura.
La cara que yo acaricio, dejo de seda al momento, porque ni un pelo se resiste a mi marcha, ¡buen invento!
Aunque soy iluminada siempre me tienen colgada.
Sin ella en la mano ni entras ni sales, ni vas a la calle.