Cuando me caliento hasta los talones
aliso camisas y pantalones.
más adivinanzas de costura y plancha...
Dama da, dama deja, y no se queja de lo que deja.
¿Quién es esa señora, que tiene la propiedad, de estirar bien lo arrugado y de arrugar lo estirado, con igual facilidad?
Cuando pasa ¡cómo pisa!, deja rasa la camisa.
Primero ciega, luego pincha y todo une mientras camina.
Pequeños, redondos, con agujeritos, valemos muy poco, solos o juntitos, mas de nosotros depende el buen vestir de la gente.
Y lo es, y lo es y no me lo adivinas en un mes.
Yo con mi hermana gemela andamos siempre al compás, con la boca por delante y los ojos por detrás.
Siempre de mí dicen algo, aunque muy humilde soy; no soy señor y me tratan, con la nobleza del don.
Un pie grave, ardiente y plano, va dejando el campo llano y, al pasar, su calentura va dejando en la llanura.
Una señora, muy aseñorada, tiene muchos dientes y se cose a puntadas.
